Toledo es una de las ciudades españolas que hay que visitar para conocer la esencia histórica y artística de este país. Si nos alojamos en Madrid es una escapada de uno o dos días que vale la pena realizar, ya que Toledo se encuentra a solamente a una hora de viaje en coche y seguro que nuestras expectativas se verán sobradamente colmadas.
Toledo fue en su día la capital del reino visigodo en España y, tras la llegada de los conquistadores árabes y la posterior reconquista por parte de tropas cristianas, llego a ser un foco cultural y artístico donde convivieron en armonía cristianos, judíos y musulmanes, lo que convirtió a esta ciudad en el mayor centro cultural del mundo durante los siglos XII y XIII. De esta época de esplendor ha heredado la Toledo moderna monumentos tanto civiles como religiosos que le han valido la declaración de Patrimonio de la Humanidad.
La antigua Toledo se alza sobre una colina en un meandro del rio Tajo y muestra al visitante que llega desde el valle una visión inolvidable. Su casco antiguo es una sucesión de calles estrechas y empinadas, llenas de cultura e historia, que nos hace evocar aquellos tiempos en los que las tres culturas supieron convivir en un mismo espacio y sacar provecho de ello. Toledo es, por tanto, un ejemplo de que la convivencia da más frutos que la exclusión y buena muestra de ello son los monumentos de todo tipo que podemos visitar.
Recomendar visitas en Toledo es muy difícil y más si el tiempo del que disponemos es limitado. Desde restos romanos, pasando por iglesias, mezquitas y sinagogas hasta museos de arte contemporáneos nos esperan en esta ciudad que respira cultura por todos sus poros. Un buen comienzo es visitar el Alcázar, un edificio que domina la ciudad construido en tiempos del emperador Carlos V y que ocupa un espacio que ya estaba fortificado en tiempos de los romanos.
Entre los grandes monumentos cristianos podemos destacar la Catedral Primada, el Monasterio de San Juan de los Reyes o la Iglesia de Santo Tomé. También merece una visita la Muralla y las diferentes puertas que la franquean, como las Puertas de Bisagra, del Cambrón o del Sol. Además de los grandes templos merecen nuestra atención edificios como los Hospitales de Santa Cruz o de Talavera y las Ermitas de la Virgen de la Cabeza, la del Cristo de la Vega o la de San Jerónimo.
Una visita ineludible es la de la Judería de Toledo, antigua capital y centro de influencia de Sefarad (nombre que en la cultura judía se da a la Península Ibérica). En Toledo la Judería no es un barrio cerrado sino que se extiende por la ciudad vieja en función de la época histórica a la que se corresponden. La primitiva judería se halla entre la Puerta del Cambrón y el puente de San Martín, pero posteriormente se fue extendiendo a otras zonas de la ciudad. Podemos visitar las antiguas sinagogas de Santa María la Blanca o la del Tránsito.
Toledo también guarda un importante legado musulmán, fruto de la dominación de la ciudad por parte del califato de Córdoba y de la posterior conversión en taifa independiente hasta que fue conquistada por las tropas cristianas en el año 1085. De esta época se conservan mezquitas como la de las Tornerías o la de El Salvador, así como los Salones Islámicos del Colegio de Doncellas, una antigua casa que, aunque remodelada, aún conserva parte de su traza islámica.
Toledo es la ciudad que el Greco escogió para vivir y trabajar y podemos visitar el Museo dedicado a este genial artista griego del finales del Renacimiento. El edificio que lo alberga es una mezcla de edificios de diferentes épocas. En el museo podemos contemplar también obras de otros artistas como Murillo, Luis Tristán o Valdés Leal. Otros museos que debemos visitar son el Museo Sefardí o el Catedralicio, aunque la oferta es mucho más amplia.
Tampoco podemos irnos de Toledo sin apreciar la artesanía de estas tierras. Entre las diversas artes que han llevado el nombre de Toledo por todo el mundo hay que destacar la espadería y el damasquinado. Las espadas forjadas y decoradas por los artesanos toledanos eran las más apreciadas durante los siglos XVI y XVII y aun hoy en día se continúan fabricando para los coleccionistas de este tipo de armas. Además de la cultura y el arte, Toledo ofrece a sus visitantes una excepcional gastronomía y una oferta comercial muy amplia, donde el turista podrá encontrar todo tipo de objetos artesanos, ropa, calzado, etc.
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